
Romper la barrera: el nuevo concepto de la comunicación disruptiva.
Una de las tendencias más actuales en la transformación que se genera con las nuevas tecnologías tiene que ver con la comunicación disruptiva. Se trata de un cambio trascendente en la forma de comunicarnos con nuestros interlocutores. Lo que para la mente era una forma convencional, para esta nueva tendencia disruptiva significa una modificación conceptual de como vemos las cosas en pro del género.
Se puede afirmar que la disrupción ocurre cuando las empresas emergentes usan nuevas tecnologías o modelos de negocio y superan en el mercado a las que hasta entonces eran las líderes. ¿Y esto por qué? porque mejoran gradualmente lo que ofrecen, siendo algo novedoso o más barato o rompedor.
Rompen la barrera, abren una brecha, producen un cambio brusco captando la atención del usuario. Rompen el molde anterior porque innovan con ambición, sin miedo. Poco a poco irán mejorando y optimizando su producto, oferta o servicio, para ir convirtiéndose en líderes del mercado.
Y es que todo tiene que ver con la comunicación disruptiva. Si nuestro mensaje es poco diferenciador, nuestro producto no destacará. Hay que atreverse a dar un salto cualitativo, aunque se corran riesgos. En este punto, ganan los visionarios, los que realizan anuncios de publicidad imaginativos, audaces y rompedores; vencen las empresas que rompen moldes y comunican con sensaciones, sin temor y con visión de futuro.
Hay que cambiar la lógica del pensamiento y llevar a cabo un marketing asíncrono. Destacar en la diferencia, a veces, hasta en las imperfecciones para señalarnos entres los consumidores. Hay que dejar trabajar con libertad en el desarrollo de las acciones descomponiendo la estructura conceptual.
¿Cómo funciona la comunicación disruptiva en pro del género?
Mientras que las empresas convencionales se dedican a mejorar sus productos y servicios, para atender a los clientes más exigentes y de mayor poder adquisitivo, las empresas con mentalidad innovadora y visión de oportunidad invierten en esos dos segmentos de mercado considerados menos rentables: el de menor poder. clientes adquisitivos y nuevos.
La innovación disruptiva, por tanto, debe provocar una ruptura en la lógica y el modelo de negocio actuales. Aquí se da el caso de varias empresas que han decidido realizar más publicidad de mujeres, al reemplazar, por ejemplo, los personajes masculinos de logotipos de marcas famosas con versiones femeninas así lo demostraron.
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